Confesiones de un cocinero

“Sueño con crear una escuela que tenga un horno de leña, incluso gallinas para coger los huevos al momento, para que los alumnos entiendan todo desde la base”, dice el maestro pastelero Paco Torreblanca (Villena, 1951). Habla entre las vanguardistas creaciones, expuestas como en una joyería, de su discípulo Oriol Balaguer, entre bombones y tartas de diseño y bollería tradicional cuyo color, sabor y textura calibra el cocinero alicantino como con la lupa de un relojero.

“La precisión, el juego… los reposteros hemos aportado mucho a la cocina española”, apunta recordando cómo las técnicas de pastelería —y sus propios hallazgos— se transparentan en creaciones de famosos chefs.

También nos cuenta que lamenta mucho que la alta cocina dulce no este aún muy valorada.

En la pastelería Natcha podemos pedir entre un catering dulce de alto standing y pasteles a medida así como bombones de música que son una de sus especialidades.